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ENCUADERNACION

CON FORMAS

Los tipos de encuadernación tienen por objeto procurar tres factores: conservación, fácil manejo y presentación artística y comercial. Antes del siglo XIX la encuadernación se hacía artesnaalmente y era relativamente costosa, aunque muchos propietarios mandaban a hacer a mano encuadernaciones refinadas o utilitarias. Con la industrialización los procesos se abarataron mucho y se desarrollaron nuevas técnicas para vender libros y publicaciones a un coste más bajo y con ello se desarrollaron técnicas para encuadernar más sencillas, más rápidas y menos costosas. La idea era llegar a un mayor número de consumidores abaratando el producto.

En la venta habitual de libros comerciales se distingue entre las encuadernaciones de tapa dura y las de tapa blanda. La encuadernación de tapa dura recibe el nombre de encuadernación cartoné, mientras que la de tapa blanda recibe varios nombres según el sistema empleado, por ejemplo, el nombre de encuadernación de tapa blanda o encuadernación grapada. La encuadernación de tapa blanda, en inglés conocida como paperback o softcover, es un tipo de encuadernación en la que el libro, cosido o pegado con cola, está forrado simplemente con una cubierta de papel o de cartón, generalmente fuerte aunque no necesariamente rígida, y encolada al lomo. Si además las hojas no se cosen, sino que solamente se pegan, el coste de la pieza es menor. Si en vez de pegarse, tanto las hojas interiores como las tapas van simplemente grapadas, el coste es menor todavía. La encuadernación grapada es de varios tipos: la más sencilla consiste en una única grapa que fija las hojas del cuaderno y las tapas. Por esta misma razón el papel en este tipo de libros suele ser de baja calidad, de pulpa de madera (pulp).

El encuadernado puede ser por cosido, pegado, grapado o una combinación de estos sistemas.

Hay otros tipos de encuadernación que sirve como prototipos, su funcionalidad es ser un objeto de arte

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